El objetivo de este estudio retrospectivo de cohortes en una base de datos administrativa en EEUU fue determinar el riesgo de hemorragia intraocular asociado a los nuevos anticoagulantes (NACO) dabigatrán y rivaroxabán, en comparación con warfarina. También se comparó prasugrel con clopidogrel.
Se comparó a 146.137 pacientes tratados con warfarina (76.714 mujeres; edad media de 69,8 años) con 64.291 tratados con dabigatrán o rivaroxabán (31.576 mujeres; edad media de 67,6 años).
A lo largo de un año, se registró un menor riesgo de hemorragia intraocular con los NACO (33 casos a 90 días y 92 a 365 días) que con warfarina (81 y 203 casos, respectivamente) [HR=0,75 (IC95%, 0,58-0,97); p=0,03], pero no en los primeros 90 días [HR=0,73 (IC95%, 0,22-2,63); p=0,13].
Se comparó a 103.796 pacientes tratados con clopidogrel (37.578 mujeres; edad media de 68 años) con 8.386 tratados con prasugrel (1.988 mujeres, edad media de 61 años), y no se halló diferencia de riesgo entre estos dos fármacos ni al cabo de 90 días ni al cabo de un año. Se registraron 68 hemorragias intraoculares con clopidogrel a 90 días y 90 a 365 días, comparado con 5 y 16, respectivamente, con prasugrel.
Los autores concluyen que estos resultados sugieren un menor riesgo de hemorragia intraocular asociado a los NACO.
[Sin embargo, parece a todas luces una conclusión abusiva, dado que los intervalos de confianza se acercan a la unidad. Extrañamente, no se ofrecen resultados separados para dabigatrán y rivaroxabán. Llama la atención que la incidencia no ajustada fue más alta con los antiagregantes plaquetarios (65 por 1.000 con clopidogrel y 62,5 por 1.000 con prasugrel) que con los anticoagulantes (55,5 por 1.000 con warfarina y 51/1.000 con NACO).]